11 sept 2009

EfectoSanValentín, el dsp.



03:30 am para ser más exacta. Aún sigo sin poder pegar un ojo, ya no encuentro dulces para comer, qué mirar en la televisión, a quién abrazar. El cansancio me consume lentamente y mi cuerpo no responde. Está exhausto, no hay ni una mínima reacción. Mis manos están heladas, las puntas de los dedos arden entre las ondas de mi cabello y el esmalte de uñas está en pedazos. Por tu culpa me invade la desprolijidad. Mi boca está rota, resaca de una noche. Mis ojeras verdes, souvenirs del jolgorio. (...) Te dije que no me volvieras a llamar, que no me hablaras más. Dejé que me besaras, dejé que me acariciaras, dejé que me acurrucaras y así y todo rompiste nuestro pacto. Ahora ya es tarde, llegaste muy lejos, pasaste esa barrera que te dije q no te permitiría pasar, me fallaste. Te odio. Miles de veces le repetí a tu cabeza que no me gusta el pegoteo y mucho menos el andar noviando, te lo dije y no quisiste creerme. Te lo dije más de una vez y respondiste con una carcajada, que boludo. No tenías que enamorarte, no tenías que amarme, con sexo bastaba. (...) Es una lástima. Besabas bien, dormíamos bien, debo admitirlo.
(*atorranta)