7 may 2009

Confesiones de una sonámbula [3]

Yo...
Sé que no puedo valerme por mi misma, que necesito de la compañía de alguien más para encarar mis proyectos y que no tomo alguna decisión importante sin antes consultarla a mis padres y amigos - aunque esto es muy relativo-.

Sé que puedo llegar a tentarme de risa y llorar al mismo tiempo por casi diez minutos seguidos, que puedo comer alternando lo dulce-salado-dulce-salado como si hubiera pasado hambre durante dos días, que cada vez que me siento media angustiada o loca suelo caminar varias cuadras bajo el sol o la luna para ordenar mis ideas, que cada vez que tengo problemas mi placard es un completo desorden y que por eso vivo acomodándolo -soy demasiado insoportable con la ropa-. Que acostumbro a soñar con los ojos abiertos mientras viajo en tren; que aunque lo odie, puedo largarme a llorar frente de las personas en que más confío para pedirles "socorro" y que desgraciadamente sigo escondiendo besos, palabras y abrazos por no confiar en el amor.

Se que suelo esconderme en el baño de mi casa a altas horas de la madrugada, bajar la tapa del inodoro para subirme sobre ella y sentarme en posición fetal con las manos rodeando mis piernas cruzadas, con la cabeza entre mis rodillas y con un pie sobre el otro, para llorar sin consuelo, para vaciar mi alma.

Sé que aún sigo aquí, descargándome con el teclado antes de ir a intentar dormir.

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