13 feb 2009

efecto San Valentin


Intolerablemente caprichos y embustera, altamente patotera y sin escrúpulos. Así me definen algunos hombres, de los que me supe aprovechar. Esos mismo que aún pretenden que yo siga teniendo ganas de jugar. No es mi culpa que ustedes caigan, no es mi culpa que mi par de gomas y piernas largas sean irresistibles, no es mi culpa el ser tan hermosa. Las quejas dirijanlas a mi vieja. Sepan disculparme, pero yo no elijo de quien enamorarme, yo no elijo enamorarme. Aún no me sale.
Ya llegará ese día y cada vez falta menos, eso lo sé, lo siento.
No me pregunten si el próximo encuentro será con "el indicado", pero hoy no dejo de pensar en mañana y realmente no me reconozco, me siento como si fuera otra mujer, como si esta vez fuera distinto. Como si realmente me importara.
Me pondré mi mejor minifalda, me vestiré del color que mejor me sienta, tendré las uñas bien arregladitas, calzaré mis zapatos de taco, mi cartera con brillos y no faltará el makeup y la planchita. Nada me puede faltar, tengo que estar impecable. Y no por mi, sino por él.
(Creo que allí, en esto último, radica la diferencia.)








-continuará...