5 feb 2009

yo no fui.... fue él SOLito



La siguiente triste y trágica historia que voy a contar le paso a una amiga de una amiga de otra amiga que nada tiene que ver conmigo, obvio. Los acontecimientos se desarrollaron más o menos así...

Mi querida y hermosa madre se fue por algunos días de vacaciones a la casa de mis tíos y yo quedé de ama de casa, junto a mi querido y hermoso padre. Siete días fueron los que nos quedamos al frente de la casa y tuvimos que hacernos cargo de mantenerla en pie, al menos hasta que mi mami querida regresara. Así que lo primero que hicimos fue repartir las tareas domésticas.

Luego de debatir mediante un round de piedra-papel- tijera, civilizadamente acordamos que mi papito querido se encargaría de hacer las compras diarias para abastecernos de comida chatarra y pagar algún impuesto en el caso de que haya de hacerlo; mientras yo me dedicaría a la parte culinaria. Es decir, que implementaría toda mi capacidad mamística para freír huevos fritosquesaldrianduros, repulgar y cocinar empanadas picantes, panchos reventados y pizzasconquesoquemado. Pero también se pondría a prueba mis aptitudes madrásticas para proveer de alimentos y ocuparme de la supervivencia de mis hijos perrísticos Nahuel y Elnegrito, y de mi hermanito pajarístico Walter.

Eran las 7: 48 de la tarde-noche de un caluroso y torturante 14 de enero, cuando de repente el padre querido se despierta sobresaltado de su siesta por el grito de una mujer. "Se murio, semurio!!", eran las palabras que resonaban entre las paredes de la pequeña casa. Rápidamente, el padre querido se levanta del sillón y con pasos apresurados recorre el pasillo, en donde se encuentra con el hermano hermoso que también los había escuchado; ambos se dirigen hacia la puerta de la cocina que da al patio trasero (de donde provenían los angustiantes alaridos).

Allí estaba yo, con el corazón partido en dos y sin saber q hacer. No encontraba palabras para transmitirles a mi padre querido y hermano hermoso el error que había cometido. O mejor dicho, la cagada que me había mandado. Pero, desgraciadamente no hizo falta pronunciar ni una sola vocal, la consecuencia de mi pecado estaba a la vista. El primero en reaccionar fue mi viejo: "¡¡Nooooo, justo el último día!!" rezongó; al mismo tiempo que mi hermano hermoso se lamentaba:"¿Pero qué paso... y ahora que hacemos?". "Noseeee... noseeeeeeeee" repetía yo una y otra vez, mientras una risa picarona se me escapaba.

Pasadas las 20:05 el cadáver aún refritado, medio cocinado y durito seguía en el mismo lugar. Y nos estábamos sentados alrededor de la mesa de la cocina para debatir cual sería la mejor forma de deshacernos de él. Cómo nos sacaríamos el peso pluma de encima.

Varias ideas que salvaría mi pellejo surgieron durante ese debate familiar :
Idea 1) "Ya sé, podríamos destriparlo, tirarlo al inodoro y listo. Total el agua se lo lleva y nadie lo va a buscar ahí."
Idea 2) "Tirémoslo a la casa de la vieja asquerosa del fondo, Martha tiene muchos árboles y no se va a dar cuenta. Y menos se va a imaginar que fuimos nosotros."
Idea 3) " y si le hacemos una cristiana sepultura, un hueco en la tierra y lo metemos ahí."
Idea 4) " lo metemos en una bolsa, la tiramos en la vereda y que el camión de la basura se lo lleve. Y ya fue..."

Al día siguiente, llegaría mamá y todavía teníamos que inventar la historia en la cual le detallaríamos como pasaron las cosas. Porque claro, si hay algo que esta vida me enseño, es que las mentiras se inventan con lujos de detalles y que sobre todo me las tengo que creer yo antes que los demás, porque sino no las cree nadie.

Historias:
historia 1) "Me olvidé de que tenia de darle de comer y se murió de hambre". Era cero creíble.
historia 2) "Se fue solito, cuando me fije ya no estaba".
historia 3) "Se murió de tristeza, de angustia... y todo por tu culpa, eso te pasa por dejarnos solos". Ja!... esa me libraba de toda culpa pero tenía que dramatizarla y no me iba a salir, la risa una vez más me delataría.
historia4) "Le compramos otro igual y listo. Y si se da cuenta... no importa, se va a entretener con el nuevo".


En Fin, al mediodía del 15 mi madre querida llegó y gracias a Dios y a la virgen yo no estaba para recibirla y darle las últimas news. Por lo tanto, mis cómplices tuvieron que lidiar con el trabajo pesado, con contarle que había pasado con su hermoso canario al que ella amaba tanto.Según me contó mi querido padre (ahora más querido que nunca), ella creyó que el pobrecito de Walter se murió afectado por un "virus" que le agarró porque él (el descuidado de mi padre) se olvidó de limpiar la jaulita. Sinceramente, si en este momento estoy escribiendo esta carta, es porque la culpa no me corrompe el alma.


Si mi mami querida supiera que me puse a chatear con mis chonguis y me olvidé a Walter tomando sol, me mata. Si supiera que pegué el grito "¡¡se murió, se murió!!" luego de volver a colgarlo en el gancho de la pared y haberlo visto todo durito con las patitas para arriba. Si supiera que me maté de risa y no me lamento nada el haberlo matado accidentalmente, que me tenia repodrida ese canto de miércoles que tenia (igual a Walter Olmos, igualitiiiiico). Y si supiera que mi padre querido se angustió porque ella se pondría mal, me mataría el doble. Así que decidí quedarme calladita porque total “YO NO FUI... FUE EL SOLCITO”.

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